Algo interesante para leer

El presente texto fue extraído del libro “Mi hijo el Campeón”, de Marcelo Roffé. El autor es psicólogo especializado en clínica y deporte y, entre otras cosas, es desde el año 2000 el responsable del Área Psicológica de las Selecciones Nacionales Juveniles Argentinas de Fútbol conducidas por Hugo Tocalli






“Los chicos que practican deportes y sus padres

Un niño no tiene experiencia de vida, todo lo que le queda es aprender y estar abierto a ello. Es también por su condición de ser dependiente de los grandes y por su vulnerabilidad, que ve a sus padres como poderosos y omnipotentes.

Un niño es un ser cuyo lenguaje es el juego, a través del cual se relaciona con los otros y con el mundo, aprende roles y goza.

Un niño es alguien que necesita moverse para expresarse, descargar tensiones, tener un desarrollo pleno. Necesita adaptarse a un mundo competitivo, aprender a ganar y a perder dependiendo de la habilidad y el esfuerzo.

Todo esto se lo da el deporte, a través de los tres elementos fundamentales: JUEGO, MOVIMIENTO Y COMPETICIÓN.

El deporte es en los niños una grandiosa oportunidad de desarrollo y maduración, no sólo física sino también mental y emocional.

A través del deporte el niño logra:

Desarrollo de destrezas y aprendizaje de habilidades
Desarrollo de la personalidad a través de la motivación para la competencia. Desarrollo de habilidades sociales. Aprendizaje de su rol dentro de un equipo y reconocimiento del otro ya sea como compañero o rival.
Aprender a aceptar un reglamento que es igual para todos y lleva a aceptar posibilidades y límites.

Todos estos beneficios no son automáticamente transmitidos con sólo participar, sino que deben ser cuidadosamente planificados por los adultos. Esto es posible cuando el entorno, padres y entrenadores, respetan la natural maduración del niño, sus intereses y capacidades.



Foto enviada por Cristina Gavarotto



El deporte ocupa un papel esencial en el desarrollo de una actividad que permita al niño y a sus padres poder encontrar un punto de encuentro, de un encuentro familiar, donde poder compartir tiempo e intereses y favorecer el acercamiento de padres e hijos.

La intervención del adulto en los juegos del niño es muy delicada, ya que debe saber permanecer en un segundo plano para no estropear los ensayos creadores del niño. Según su edad y etapa del desarrollo, los adultos deben saber cómo pasar de una actitud no directiva a una actitud de ayuda aceptada, no impuesta (Jean Le Bouch).

Fotos: Guillermo Bachmann


Dentro del entorno cercano del joven futbolista, tanto los entrenadores como los padres ejercen una influencia vital en el desarrollo personal y deportivo. En cuanto a los padres, se puede ver que a veces se convierten en una fuente de apoyo incondicional, pero otras muchas veces como una fuente de presión y elevada exigencia. Suele ocurrir que, con la mejor intención y sin ser concientes de ello, la familia es una fuente de estrés agregado a los jugadores, que ya están en un clima que es de por sí competitivo (Joaquín Dosil).

El deporte es siempre una elección, por lo menos así debe serlo, en base a gustos y deseos personales. Si hay placer y sentimientos positivos hay posibilidad de aprendizaje y desarrollo de la técnica, lo que traerá mejores posibilidades competitivas. No cambiemos el orden, sería penoso hacerlo, tanto para los padres como para los hijos.

SER PADRE ES NO QUERER OTRA COSA QUE ESO. ES ACEPTAR LAS LIMITACIONES, EL PASO DEL TIEMPO SIN CONFLICTO Y COMPARTIR CON NUESTROS HIJOS LOS MARAVILLOSOS MOMENTOS EN QUE ESTAMOS JUNTOS SIN OTRA PRETENSIÓN.

SER PADRE ES HACER Y NO DECIR, PUES NUESTROS HIJOS OBSERVAN LO QUE HACEMOS MÁS QUE LO QUE DECIMOS.


SER PADRE ES ABRIRLES LA PUERTA, DARLES FUERZA Y AMOR PARA QUE PUEDAN TRANSITAR SU CAMINO Y OBSERVAR CÓMO LO VAN HACIENDO. ES UNA DE LAS CAUSAS MAS MOTIVANTES Y GRATIFICANTES QUE NOS TOCA A LOS QUE TENEMOS LA DICHA DE SERLO”.


Foto enviada por Darío.


Debemos darles la posibilidad incomparable de integrar un grupo de amigos que perdure en el tiempo, de inolvidables días de alegría, de una infancia feliz, con el fútbol como modelo de compañerismo, esfuerzo, participación y, sobre todo, de una vida sana.



Foto: Juan Novelli

4 comentarios:

  1. Ojalá todos como padres, podamos disfrutar como niños con nuestros hijos, pero aceptando y participando desde nuestro nuevo rol.
    Por una vida feliz, para nuestros hijos.
    Con cariño para todos.
    Eliana

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  2. es muy bueno el comentario del libro seria bueno que todos desde padres delegados y tecnicos lo pusieramos en practica y desearamos lo mejor para todos los chicos que integran todas categorias de avefa desde 01 a la 95 sin esepcion

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  3. tendriamos q poner en practica lo del libro x el bien de todos,y especialmente x el bien de nuestros hijos

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  4. muy buena foto del festejo la verdad me gusta mucho
    Chris(98)

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